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El Cafelito

Se fue en forma de lágrimas...

Se fue en forma de lágrimas... Abrió la ventana con soñolencia...aún recordaba el sueño que había tenido aquella noche. Soñaba con él, todo había sido tan real que volvió su mirada hacia la cama, para ver si aún estaba allí, con su pelo revuelto y sus grandes ojos cerrados..pero no, él ya no estaba allí. Ella sabía que ya no volvería a ocupar ese lado derecho de la cama, que ya no le diría cosas bonitas al despertar, dándole besos, intentando ir más allá.

Ella miró por la ventana y volvió a ver el mismo parque, los mismos niños, la misma tienda de la esquina, siempre abarrotada de mujeres contándose sus vidas unas otras.
Todo era igual que ayer y que antes de ayer, pero algo en su interior era diferente, algo había cambiado...y ella volvió a recordar aquella sonrisa. Una sonrisa que ya siEmpre le produciría nostalgia, puesto que ya nunca la volvería a ver de la misma manera.

Se tumbó en la cama, suspirando, intentando con ese suspiro sacar toda la sensación de asfixia que tenía dentro de sí desde aquella fatídica tarde, en que todo su mundo se derrumbó. Aunque sabía con certeza que la separación era inevitable, que cualquier día ocurriría, más tarde o más temprano, él tenía que salir de su vida. Porque en el fondo todo parecía una mentira y no podía seguir viviendo aquel sueño, él no era lo que ella necesitaba en realidad, ni ella era para él. Eso estaba claro.

Pero entonces, ¿por qué esa sensación de abandono?, seguía mirando al techo de su habitación, lleno de estrellas amarillas que se iluminan en la noche, y esa sensación de pérdida y de desconsuelo no había escapado con aquel suspiro, aún seguía allí, dentro de ella, apretándole con fuerza en el pecho...intentaba sacarla por medio de lágrimas pero tampoco podía...

Empezó a martirizarse un poco pensando en todo lo que habían vivido juntos, muchos momentos bonitos y especiales...nadie la conocía como él. Pero él tenía que irse, ella sabía en su interior que él necesitaba volar, lejos de ella...Y ella lo sabía pero en su fuero interno aún lo tenía retenido, en su pensamiento no lo que quería dejar marchar.

Aquella fría mañana, aún mirando al techo, ella no tuvo más remedio que aceptarlo, de repente, al imaginar su cara, una lágrima empezó a resbalar por su mejilla...y ya todo explotó. Lloró como una niña, con todas sus fuerzas, agarrada a la almohada que aún olía a él...lloró y lloró hasta que ya no le quedaron fuerzas, y se quedó dormida...

Al despertar se sintió más ágil, ¿qué había ocurrido?, ya no se sentía profundamente triste...las lágrimas la habían limpiado por dentro, llevándose toda la rabia y el dolor, y el recuerdo de todo lo malo.
Se sentía aliviada, liberada, de repente se volvió a mirar la cama, y ya no sintió tristeza sino una gran sensación de paz. Era lo mejor, y de repente vio como una sonrisa se dibujaba lentamente en su cara...

2 comentarios

Ali -

Hola amiga, me acabo de acordar de este libro y me acorde de ti... de mi biblioteca en casa jeje Este relato se asemeja bastante a mi situación así que te lo robo un poquito. No dejes de colgar artículos de estos; me encantan y así puedo leerlos ahora q los tengo lejos igual q a ti...
Un beso enorme chama!!!

liquido -

es terible el contraste entre la gravedad de la situación y la tranquilidad y naturalidad con la que suceden los hechos, los recuerdos.