Uno con hielo y en Mistral!
Este es el verdadero cafelito bueno, el del chiringuito Mistral (Babaloo para las antiguas clientas como nosotras), un café exquisito junto a buenas amigas, en un día de esos llenos de sol, mar, risas y sandwichs derretidos. Un día de esos de los de verano de verdad. Con una buena charla, risas y disputas por ver quien va a comprar el botellón esta vez.
Cómo voy a echar de menos esos cafelitos! Cafés que un día descubrimos que nos ponían super nerviosas. Al principio pensamos que era porque era viernes y eso representaba muchas cosas en nuestras vidas. Pero al final descubrimos que el cafelito de babaloo tenía mucho que ver con ese nerviosismo,entre otras cosas...
Sobre todo aquel verano. Único. Un verano que nos unió más como personas y mucho más como amigas. Un verano irrepetible.
Este ya está a punto de acabar en diversión aunque ya haya acabado en el calendario. Y no nos ha sabido a nada. Unas cuantas experiencias pero nada más. Eso es porque siempre lo comparamos con aquel verano.
Muchas veces me pregunto que tuvo de diferente al resto y no se como explicarlo. Cuando me pongo a recordar aquellos dos meses solo recuerdo cafelitos y todo el día en babaloo y después marcha en benabola, mirando irremediablemente a las rocas, sabiendo lo que irremediablemente nunca cambiaría.
Pero pasa el tiempo, los veranos, los inviernos y aunque todo eso pase desgraciadamente muy rápido, nosotras seguimos aquí, compartiendo lo que tantas veces nos ha hecho reír, compartiendo cafés y benabola para rato. Siempre recordando aquel verano en el que muchas vidas cambiaron y se sorprendieron al descubrir a esas personas que hoy formamos nuestro círculo.
Un círculo que crece cada año y en el que sus componentes aunque más mayores siguen siendo ese grupo de chicas que salían los sábados al cine y comían palomitas...
Aunque ahora, las palomitas hayan sido sustituidas por otras cosas, jejeje...
Mil besitos a todas!
Cómo voy a echar de menos esos cafelitos! Cafés que un día descubrimos que nos ponían super nerviosas. Al principio pensamos que era porque era viernes y eso representaba muchas cosas en nuestras vidas. Pero al final descubrimos que el cafelito de babaloo tenía mucho que ver con ese nerviosismo,entre otras cosas...
Sobre todo aquel verano. Único. Un verano que nos unió más como personas y mucho más como amigas. Un verano irrepetible.
Este ya está a punto de acabar en diversión aunque ya haya acabado en el calendario. Y no nos ha sabido a nada. Unas cuantas experiencias pero nada más. Eso es porque siempre lo comparamos con aquel verano.
Muchas veces me pregunto que tuvo de diferente al resto y no se como explicarlo. Cuando me pongo a recordar aquellos dos meses solo recuerdo cafelitos y todo el día en babaloo y después marcha en benabola, mirando irremediablemente a las rocas, sabiendo lo que irremediablemente nunca cambiaría.
Pero pasa el tiempo, los veranos, los inviernos y aunque todo eso pase desgraciadamente muy rápido, nosotras seguimos aquí, compartiendo lo que tantas veces nos ha hecho reír, compartiendo cafés y benabola para rato. Siempre recordando aquel verano en el que muchas vidas cambiaron y se sorprendieron al descubrir a esas personas que hoy formamos nuestro círculo.
Un círculo que crece cada año y en el que sus componentes aunque más mayores siguen siendo ese grupo de chicas que salían los sábados al cine y comían palomitas...
Aunque ahora, las palomitas hayan sido sustituidas por otras cosas, jejeje...
Mil besitos a todas!
3 comentarios
Rut -
Vente para acá ya!!!!!!!!!
te echo d menos...
muaaakkk a las dos!
VANS -
Además solo de pensar en lo que me queda cuando vaya a Sevilla contigo y con tu ordenador, uffffffffff, es broma, pero ya sabes que tienes que poner de tu parte y no rendirte a la primera de cambio, porque si no, ni yo te explico ni tu vas a enterarte de nada, ok?
Elena -