A todos los que están...en esa caja
En estos días que tengo tanto tiempo para mi misma, me siento en mi cama y abro mi caja de recuerdos, solamente hay papeles y dos libretas con las pastas gastadas. Hojas sueltas, servilletas, algún que otro recorte...las líneas a veces se leen con facilidad, otras, ya están borrosas por el paso del tiempo.
Leo poesías, historias, mis propios sentimientos de niña, el paso de la niñez a la juventud, mis años en la Universidad; sentimientos diferentes, algo locos, algo tristes, pero sentimientos al fin y al cabo.
Es curioso porque al leerlos, parece que retrocedo en el tiempo y puedo llegar a sentir lo mismo que cuando lo escribí, pero es solo por un rato, porque al cerrar la caja y guardarla debajo de la cama vuelvo a la realidad. Esta poesía es una de miles, un amor infantil que nunca llegó a producirse. Mi cafelito de hoy es un homenaje, a todos esos papeles, algunos arrugados, y a todos auqellos que me hicieron sentir, alguna vez, ese sentimiento tan especial...
Noche de luna rota...
Cierro los ojos y recuerdo...
inquieta y melancólica, al pensar en esa noche.
Noche estrellada y de luna rota,
risas y locura entregándose
arrastrando una pasión
que cada noche, late más fuerte.
Son sólo miradas
que al chocar encierran una extraña atracción.
Noche de luna que acabó en una orilla,
un amanecer brillante junto a él.
Las olas,él y yo,
sólo miradas y sonrisas nerviosas.
Al cerrar los ojos
aún siento en mi alma la emoción
de aquella noche que se convirtió en día.
La arena, ya cálida por la tenue luz del sol
y los dos sentados en la orilla.
Triste, el no acercarnos más
para así, poder ver con claridad
lo que tus ojos ocultaban.
Miedo, porque quizás,
él vio pasión en mis ojos,
y esa pasión, no se convirtió en beso...
Leo poesías, historias, mis propios sentimientos de niña, el paso de la niñez a la juventud, mis años en la Universidad; sentimientos diferentes, algo locos, algo tristes, pero sentimientos al fin y al cabo.
Es curioso porque al leerlos, parece que retrocedo en el tiempo y puedo llegar a sentir lo mismo que cuando lo escribí, pero es solo por un rato, porque al cerrar la caja y guardarla debajo de la cama vuelvo a la realidad. Esta poesía es una de miles, un amor infantil que nunca llegó a producirse. Mi cafelito de hoy es un homenaje, a todos esos papeles, algunos arrugados, y a todos auqellos que me hicieron sentir, alguna vez, ese sentimiento tan especial...
Noche de luna rota...
Cierro los ojos y recuerdo...
inquieta y melancólica, al pensar en esa noche.
Noche estrellada y de luna rota,
risas y locura entregándose
arrastrando una pasión
que cada noche, late más fuerte.
Son sólo miradas
que al chocar encierran una extraña atracción.
Noche de luna que acabó en una orilla,
un amanecer brillante junto a él.
Las olas,él y yo,
sólo miradas y sonrisas nerviosas.
Al cerrar los ojos
aún siento en mi alma la emoción
de aquella noche que se convirtió en día.
La arena, ya cálida por la tenue luz del sol
y los dos sentados en la orilla.
Triste, el no acercarnos más
para así, poder ver con claridad
lo que tus ojos ocultaban.
Miedo, porque quizás,
él vio pasión en mis ojos,
y esa pasión, no se convirtió en beso...
6 comentarios
Di -
Un beso
Godofredo -
Marta -
jelenlin -
Rut -
m.angeles -
muchos besos y a ver cuando nos vemos que estáis tos perdíos...