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El Cafelito

Diferente

Diferente Últimamente Sevilla está guapa. Será por sus 23 grados en el ambiente, será por los días claros, de sol penetrante y el ligero olor a azahar de sus calles, que ya anuncian que la primavera está aquí.

Ya da gusto dar paseos por la ciudad y a pesar de que mi despertador suena a las 7.15 de la mañana, me levanto entusiasmada. Sólo llevo dos días en mi nuevo trabajo y cuando salgo a las 8.30 de casa para ir andando hasta él, no me da pereza ni desgana, pues parece que ando por una ciudad distinta a la de hace algunas semanas.

Llego andando hasta el centro, en pleno corazón de Sevilla y empiezo a entender en qué consiste lo que tengo que hacer.

Ahora, toda la ciudad está levantada, las obras del metro, la preparación de la Semana Santa, los Palcos, las sillas, la catedral, todo está preparado para vivir una de las semanas más grandes de la ciudad, ya hay ambiente cofrade en las calles, ya huele a incienso y la gente ya está nerviosa.

Cuando a las dos en punto salgo de la Caja San Fernando, situada en la antigua Audiencia Provincial, gran edificio de la capital, todo es diferente. Hace calor, Sevilla está últimamente abarrotada de gente. Turistas, coches de caballos por todos lados, y aunque a esa hora hora el hambre hace estragos en mi estómago, intento disfrutar del paseo hasta mi casa. Una caminata sí, pero un paseo al fin y al cabo.

Ahora empieza una buena época, no hace mucho calor y puedes tomarte tranquila una cervecita en alguna terraza, el cafelito al lado del Río, las cafetería flotante...todo luce de una manera muy especial. Con más luz.

No es que yo esté haciendo simplemente un alarde de mi ciudad, es que de verdad merece la pena venir a visitarla por estas fechas. Porque son cosas esenciales en nuestra vida, en nuestras costumbres.
Ahora llega la Semana Santa, y desde el domingo de ramos, toda Sevilla se llena de Cofradías, nazarenos, cirios, y gente corriendo de un sitio a otro.

Luego, los sevillanos cuelgan sus trajes y se ponen otros, y ya no huele a incienso sino a manzanilla. Huele a feria, a albero, a buen ambiente, a risas, a sevillanas, a paseos a caballo por el Real, y como no, una tarde en los toros, disfrutando de ese ambiente grande de la Maestranza.

Comienza la época buena, todo ha cambiado para mejor. Mi ciudad, mi rutina, un trabajo por fin, el calor, la primavera...en fin, todo es mejor ahora.

2 comentarios

antonias -

Mu bonito rut, maravillossa vision del periodo santo sevillano...
Después de meses sin escribir en mi blog, hoy tu me has inspirado con el tuyo...No pretendo rebatir tu mensaje,simplemente, date cuenta como dos personas que viven en las misnma ciudad, tienen visiones tan diferentes...pero bueno es normal...tu y yo somos diferentes.
Un bezito,
Cristina.

VANS -

Antes de nada, felicidades por tu trabajo. Al fin la espera dió su resultado y como tantas veces te digo, no hay que ser impaciente. Es algo que seguramente te va dando la edad.

Se me han puesto los pelos de punta, porque tal como iba leyendo tu post de hoy, me estaba dando un paseo por Sevilla y hasta la estaba oliendo, ufffffffffff SEVILLA!!!!!!!!!
Creo que es una ciudad, que incluso en el día más gris es bonita. Pero tienes toda la razón en decir que es la mejor fecha para visitar y estar en Sevilla.

Bueno Ruli, me alegro de que todo se vaya encauzando y de que estés más tranquila y feliz.
Espero que nos veamos pronto, en semana Santa? Un beso amor