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El Cafelito

La historia de la botella

La historia de la botella Era se una vez, el último botellón del verano en la playa. Y era se una vez también una botella gigante de coronita de esas inflables. Cuando dos niñas, desesperadas por buscar un lugar de esos escondidos entre las hamacas para realizar...una necesidad urgente, iban cogidas del brazo, no pasando desapercibidas que digamos para los hamaqueros que vigilaban la playa... La felicidad era plena y el alcohol también estaba pasando a ser pleno dentro de ellas. Bien, un rincón, no te ve nadie, ponte ahí...etc etc cuando de repente una de ellas exclamó: ¡mira que guay!!!! esto es para mi...la botella colgaba alegremente de una especie de bungalow pequeñito convertido en hamaca gigante, no sé si me entendéis. Y ella, ni corta ni perezosa arrancó la botella de donde estaba colgada. Las risas y las carcajadas iban a delatarla ante los hamaqueros, acechando con sus linternas cualquier movimiento. Casi a gatas, sintiéndose casi como delincuentes, las niñas abandonaron el lugar del delito, borrachas más de la risa que de las copas y con una botella de plástico más grande que ellas debajo del brazo. Cuando las otras las vieron aparecer no daban crédito a lo que veían. ¿Por qué habéis tardado tanto???? Risas y más risas. Lo gracioso de la historia no es el robo de la botella en sí, sino lo especial del momento. Fue uno de esos instantes en que la risa te embriaga y te duele hasta la barriga de reirte. Una noche más de verano, una de miles pero especial simplemente por una botella de plástico.
Los momentos pasan rápido, casi sin darte cuenta, algo que has deseado que ocurra, una noche, un día, una fecha concreta, y de repente...ese fin de semana pasa volando...Lo que no desaparecen son los momentos vividos, grabados en tu memoria.
Pinceladas de recuerdos, alguna carcajada que no olividarás nunca.
Y así, todo lo que vives nunca desaparece del todo si lo que viviste lo hiciste con intensidad.
Esa botella no ha desaparecido de sus vidas, aún sigue colgada. Pero esta vez, en la habitación de una de ellas. Y al mirarla es más que una simple botella de plástico.

PD: Sarita, Benabola ya nunca es lo mismo sin ti. Te quiero mi niña!.

4 comentarios

Lalalala (8) -

Mira no e spor ser mala onda ni naa de eso. Pero no era eso lo qe buscabaa (N) wajkhkj

amy -

jajajaja!!!!!anda q.....valientes q estamos hechas todas!xq ahi falta la foto de la glori....q es mu divertida,jeje

Rut -

hola Carlos!!!bueeeeeno, la verdad es que sí, que íbamos cantando bajito cm tu dices..jeje.
Un besito grande

Carlos -

Hola otra vez Rut!!

Ay!! Benabola, Benabola!!! Menuda juerguera estás hecha... no es por quitarle magia a tu relato, pero... dí la verdad: Llevabaís un pedo del quince, verdad??

Porque cuando a la gente en una juerga le da por llevarse cosas, entonces es que va cantando bajito!!!

Un abrazo niña, cuidate.