Llegando a una conclusión

Pero hoy he salido con tiempo de casa, y he andado despacio, me he detenido en el puente de San Telmo y he mirado a mi alrededor...cosa que no puedo hacer a las 2 de la tarde cuando salgo porque entonces a parte de morir atropellada puedo morir asfixiada. Al pararme esta mañana he visto mi ciudad de otra manera, he vislumbrado mi camino al trabajo desde otra perspectiva...A la torre del oro ya le han quitado los carteles que la cubrían a causa de su reconstrucción y ahora parece que brilla; el puente de Triana a lo lejos...los comerciantes de la calle Betis, sacando las mesas a fuera, colocándolas cerquita del río..Luego he continuado mi camino y he vuelto a verlo a él. Cada mañana tengo que esquivarlo porque cada día coloca su cartón en medio de la calle, hoy tenía cara de dormido, el pelo revuelto y la mirada perdida. Pero hoy me ha impactado más que nunca observarlo, no porque se quitara la camiseta y dejara al descubierto su esquelético cuerpo sino porque esta mañana mis ojos no veían lo mismo de siempre. Sí, esta mañana he estado yo muy observadora, y he llegado a una conclusión clara, la de veces y veces que andamos despistados y no vemos lo que tenemos a nuestro alrededor. En muchísimas ocasiones hemos podido tener la felicidad delante de nuestras narices y no hemos sido capaces de verla por nuestro egocentrismo. Hoy me he dado cuenta de que mi camino al trabajo no es rutina, es belleza; y al ver al hombre tirado en la calle me he dado cuenta de que lo que yo considero problemas son auténticas tonterías..Entonces he llegado al trabajo como la que lleva ya tres horas despierta, llena de vitalidad y buen humor, así que mañana repito.
2 comentarios
Marta -
besos
monocamy -
Bueno, no...eso ya sería euforia. Euforia peligrosa.
xDDDDD
Un beso, gamberra
:*