Lunes de resaca
Anoche a las 12, un mar de fuegos artificiales ponían el broche de oro a la feria de abril 2005. Esta mañana, he cambiado la falda de volantes por los pantalones de pinza, el corpiño de lunares por la camisa y las zapatillas de esparto por los tacones. Y casi por inercia me coloco la flor y la peineta en la cabeza. Pero no, esta mañana era lunes de resaca y lo que tocaba era volver a la normalidad, al trabajo y a la rutina.
Por la calle, la gente tenía cara y cuerpo de eso, de lunes de resaca. Pañuelos en el cuello a causa del dolor de garganta, paso lento y corto y grandes gafas de sol para tapar la ojeras y si están como yo, con una caja de bucometasana en el bolso.
Y es que esta feria ha sido demasiado, demasiado de muchas cosas. Mi casa era un arberdrío de gente. Colchón en el salón con dos personas, todos el mundo en la cama de todo el mundo, el baño era turnos continuos, en fin, es lo que tiene vivir a 5 minutos andando de la feria, que mi casa es la más cercana y claro, la más cómoda para ir y venir.
El viernes me despedí no solo de la feria y del rebujito hasta el año que viene, me despedí también de otras cosas. Y me costó decir adiós eh? la verdad es que me costó, pero es lo que queda, después de una semana de fiesta, de palmas, de montar en coche de caballos, de cantar a voz en grito y de bailar las cuatro sevillanas cinco veces seguidas, no me quedó más remedio de decir adiós a algo que no había dicho ni hola. En fin, esa es otra historia que ya os contaré.
Hoy sólo puedo hacer balance de lo bien que me lo he pasado esta feria, de lo que he disfrutado junto a mis primas y amigas; de lo bien que he comido, gracias a mi tía Pastora; de lo que me he reído bailando Paquito chocolatero en la caseta de Isa; de como guardo como oro en paño el tenedor que nos pusimos de pulsera, con eso de que eramos la peña del tenedor; de lo que me reí con Fran y su chiste del ramo de flores y con Maria Angeles y el chiste del foskito; del frio que pasé con Maca camino del Prado, por la cosa de no volver a casa sola; de lo que nos reímos en la caseta de Javi con el hombre que en vez de bailar parecía que le cantaba a su acompañante, lo que nos reímos en la calle del Infierno montadas en el Canguro...en fin, de una infinidad de anécdotas que han hecho de esta feria una feria más inolvidable.
Por la calle, la gente tenía cara y cuerpo de eso, de lunes de resaca. Pañuelos en el cuello a causa del dolor de garganta, paso lento y corto y grandes gafas de sol para tapar la ojeras y si están como yo, con una caja de bucometasana en el bolso.
Y es que esta feria ha sido demasiado, demasiado de muchas cosas. Mi casa era un arberdrío de gente. Colchón en el salón con dos personas, todos el mundo en la cama de todo el mundo, el baño era turnos continuos, en fin, es lo que tiene vivir a 5 minutos andando de la feria, que mi casa es la más cercana y claro, la más cómoda para ir y venir.
El viernes me despedí no solo de la feria y del rebujito hasta el año que viene, me despedí también de otras cosas. Y me costó decir adiós eh? la verdad es que me costó, pero es lo que queda, después de una semana de fiesta, de palmas, de montar en coche de caballos, de cantar a voz en grito y de bailar las cuatro sevillanas cinco veces seguidas, no me quedó más remedio de decir adiós a algo que no había dicho ni hola. En fin, esa es otra historia que ya os contaré.
Hoy sólo puedo hacer balance de lo bien que me lo he pasado esta feria, de lo que he disfrutado junto a mis primas y amigas; de lo bien que he comido, gracias a mi tía Pastora; de lo que me he reído bailando Paquito chocolatero en la caseta de Isa; de como guardo como oro en paño el tenedor que nos pusimos de pulsera, con eso de que eramos la peña del tenedor; de lo que me reí con Fran y su chiste del ramo de flores y con Maria Angeles y el chiste del foskito; del frio que pasé con Maca camino del Prado, por la cosa de no volver a casa sola; de lo que nos reímos en la caseta de Javi con el hombre que en vez de bailar parecía que le cantaba a su acompañante, lo que nos reímos en la calle del Infierno montadas en el Canguro...en fin, de una infinidad de anécdotas que han hecho de esta feria una feria más inolvidable.
2 comentarios
Marta -
Besos
Carlos -
Así que esa feria ha estao mu bien, no?? Pos me alegro mucho... la verdad es q yo tampoco he parado, sin feria, pero con buenos amigos, me he pegado casi cinco días de juerga.
Anoche cuando llegué a casa, me fui a la cama casi directamente.
Bueno guapa, ya hablaremos!!
Carlos.