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El Cafelito

El embrujo del mojito

El embrujo del mojito

Todo comenzó más o menos a las siete de la tarde, cuando todos pusimos un pie el en Ranchón Cubano. Nuestro propósito era tomar sólo un par de mojitos e irnos a casa para cambiarnos para salir. Ja! La primera ronda comenzó tranquilita, todos sentados en las mesas de fuera escuchando la música...con la segunda ronda ya nos fuimos acercando a la pista de baile y a la tercera ya estábamos en medio de la pista gritándole al grupo lo típico de: otra, otra...En fin, que el sábado el Ranchón no fue el embrujo del amor sino más bien, el embrujo del mojito.

A la cuarta ronda ya nos perdemos un poco y hay lagunas que no nos dejan recordar con claridad que fue lo que ocurrió aquella noche. El chiringuito lleno de gente y no sé como pero siempre teníamos un mojito en la mano, entre baile y mojito nos plantamos a las cinco de la mañana. A esa hora ya no éramos personas normales, habíamos perdido por completo el norte y bailábamos que nos creíamos latinas, nos faltaba hablar cubano.

Hasta la hora que decidieron arrastrarnos a casa en contra de nuestra voluntad hubo un poco de todo: subidas al escenario, ser capaz de bailar con dos bandejas de comida en la mano, alguien que se cae a la arena y arrastra a la otra al suelo, un chico salvador que la recoge en volandas, y un coche que se queda encallado en la arena hasta la mitad...y como no, al día siguiente una familia entera muda y sonámbula deambulando por la casa en busca del Neubrufen 600.

Hemos llegado a la conclusión de que ese lugar te embruja, tanto que hasta te hace perder la memoria así que si alguna vez vais por allí tened mucho cuidado y fijaros muy bien en que clase de mojito os sirve el camarero.

"Ranchón cubano: el embrujo del amor..."

"Ranchón cubano: el embrujo del amor..."

“Ranchón cubano. El embrujo del amor”, así reza el cartel de su puerta. Está situado en una especie de descampadillo a la orilla del mar, no se divisa desde ningún ángulo de la carretera, está más bien escondido. Tienes que convertir tu coche en un todoterreno de safari y subir terraplenes hasta llegar hasta él. Es un chiringuito típico de playa, con sus vigas de madera, sus mesas al aire libre, hamacas de bambú y sombrillas que parecen palmeras. Hasta ahí todo parece normal. Cuando entras la cosa cambia, es como si te teletransportaras y de repente estuvieras en alguna playa de la isla caribeña. El techo está cubierto de banderas de los países sudamericanos y todo el mundo baila en la pista al son de la salsa: merengue, bachata...
Lo mejor de todo es que todo el mundo está en bikini, pareo, con los pelos llenos de salitre y quemados por el sol, a simple vista parece que ninguno es español. Yo llegué a las 7 de la tarde más o menos acompañada de mis tías (todas más de 40) pero que parecen que tengan mi edad porque esa tarde me di cuenta de que tenían más marcha que yo.
Te sientas en un mesa de madera, que da directamente al mar, con una palmera como sobrilla y te ponen un mojito por delante.

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Mojito:
Ingredientes:- Ron- Limón - Agua mineral con gas- Hierbabuena - Azúcar (Si está húmedo mejor)

Elaboración:
En un vaso se echan dos cucharadas de azúcar. Se agrega una copa de ron y el zumo de un limón. Revolver hasta que se disuelva el azúcar. Agregar agua mineral con gas, (la misma cantidad que ron o un poco más) y la hierbabuena. Revolver de nuevo. Llenar de hielo hasta el borde.
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Vamos, que tomas dos o tres y ya te pones a bailar que te crees cubana de nacimiento. Entre baile y mojito se hizo de noche. Y mis tías y yo seguíamos bailando “a la izquierda, a la derecha, arriba, en el pecho...aaaazuuuuuca....”. Cuando se hace de noche el Ranchón cubano enciende sus antorchas, todas las que rodean el chiringuito al borde del mar...si cuando su cartel reza “el embrujo del amor” es por algo.

En fin, que esta tarde, a la Jelen, a Sarita y a mi, ese embrujo nos está esperando. El lunes os contaré que tal fue la experiencia.

Un besito y buen fin de semana!!!

(pd: todos los que tengáis alguna velita cerca, encendedla por favor, que mi hermanita está haciendo su examen de oposición!!!!!!)

Haciendo las maletas...

Me está dando pena, mucha pena, tener que irme de Sevilla. Llevo toda la mañana redactando las cartas para Recursos Humanos, para que conste que he hecho prácticas aquí por un período de tantas horas..blablabla y la verdad es que me va a dar mucha penita irme. Sé que es para mejorar y seguir subiendo peldaños en mi profesión pero aún así me da pena. Ya he recopilado cajas para embalar todas las cosas que tengo en el piso, para acumular en diez cajas de cartón dos años de vivencias, recuerdos, anécdotas y pertenencias...no creo que quepa todo.

De Sevilla me llevo mucho, a parte de haber logrado lo que siempre soñé: volver a Sevilla. A parte de ese sueño he conseguido algo mucho más importante, consolidar muchísimo más mi relación con mi familia, con mis tías y con mis primas. Si antes estaba unida a ellas, ahora, lo estoy el doble. Eso es lo que más me va a costar, acostumbrarme de nuevo a no verlas todos los días.

Ya no podré coger el coche e irme a donde están mis primas, simplemente a charlar un ratito con alguna de ellas, ya no podré coger una tarde cualquiera e ir a tomarme un cafelito con mi tía Inma, y escucharla, simplemente dejarme llevar por sus consejos, por su cariño...Ahora tendré que volver a su casa de visita, como antes, por unos días.

Ayer me despedí de la gente del inglés, de mi profesora...y pensé en la cantidad de personas que conoces en tu vida y que luego quizás no vuelvas a ver nunca, la de gente que te habla, te sonríe, te presta apuntes, ayudas y luego, cuando todo acaba, cada cual sigue con su vida y desaparecen. Lo que son las relaciones humanas...

Luego está lo rápido que pasa el tiempo. Ayer mi amiga Elena se ofreció a ayudarme a embalar cajas y entonces recordé que parece que fue ayer cuando las dos embalábamos cajas en mi cuarto de Madrid, cuando acabamos la carrera, cuando toda mi ilusión estaba centrada en Sevilla, en buscar trabajo allí, en estar con mis primas...Y ahora ese sueño tiene otro destino, otro color, otra forma de vivir...

Y así es la vida, un ir y venir de gente, gente que aprecias, que quieres, gente que te hace llorar, que te hace reír, y por supuesto siempre están los que nunca desaparecen.
La vida es un ir y venir de maletas, de cajas repletas de recuerdos, de fotos, de equipaje, de sueños que se cumplen, sueños que se rompen...Y siempre así.

Me queda una semana viviendo en Sevilla y sinceramente, aunque tengo muchísima ilusión, no sé como me sentará volver a vivir en Marbella. Ya os enterareis.

Un beso

Lo que nunca te dije

Lo que nunca te dije

“Hoy pensé en ti y quizás tú no te diste cuenta, ni siquiera has notado que pensaban en ti desde lejos. Eso no se nota, no se siente.
Quizás no sepas o tal vez no te acuerdes ya, de que una vez yo te quise, sentada en mi árbol particular, cerrando los ojos. En muchos momentos yo te quise pero tú no te diste cuenta.
Había veces en que caminaba por delante de ti y te miraba con cautela, tú no notabas mis ojos sobre ti, ni te percatabas de mi presencia.
Tú eras un hombrecito y yo una chiquilla con lazos de colores en mis coletas. Muchas veces recorría la plaza del pueblo para verte, con mi mejor vestido de domingo. Y te volvía a mirar.

Quizás hace poco tampoco notaste que yo pensaba en ti, tampoco notaste mis ojos recorriendo tu cuerpo, tu cara, intentando indagar en tus pensamientos.

Tú te hiciste adulto y yo jovencita. Seguía observándote en la distancia, siempre en silencio, siempre acobardada. Siempre callada yo te amaba.

Así pasaron mis mejores años y tú nunca supiste que pensaba en ti, nunca viste mis ojos mirarte. Yo me fui y tú te enamoraste. Mientras los años pasaban yo aún pensaba en ti, como una loca obsesión con diferentes fases: locura de niña, pasión de jovencita, amor loco de adulta y ahora ya no sé como definirlo.

Esta mañana volví a pensar en ti y tu tampoco lo notaste. Quizás lo he hecho porque el pasado domingo te vi, sentado en tu banco, con tus mismos ojos y tu pelo todavía revuelto. Te observé desde lejos como siempre y volví a admirarte. No sabes como he deseado durante toda mi vida que alguna vez levantaras la mirada y por un instante vieras mis ojos, suplicándote...

Aún sigo pensando en ti a pesar de tener ya el pelo blanco, a pesar de todos estos años, y te escribo esta carta con manos temblorosas, no por los años sino por el miedo que siento al escribirla. Ya no me queda nada que decirte después de todos estos años en silencio. Tal vez solo hubiera bastado con un simple “hola” y hoy dejo esta carta sobre la hierba para que se la lleve el viento, para que la cubran las hojas, para que te la entreguen donde quieras que estés, amado mío, ahora que ya no volveré a admirarte...”

Por fin, un trabajo!!!

Desde ayer a las 12 de la mañana ya es oficial, a partir del 4 de julio yo seré la nueva redactora de Social Life Magazine. Ayer por fin recibí la llamada esperada y cuando escuché la palabra “Bienvenida” un poco más y me pongo a llorar.
Es cierto que nunca pensé que acabaría viviendo y trabajando en Marbella pero en estos momentos no puedo ver un destino mejor, porque ya no aguanto más el clima de Sevilla. Sé que ahora todo me parece estupendo, vivir en mi casa con mi piscina, todo por delante, todo el dinero que gane para mi, trabajar solo media jornada hasta septiembre...espero que luego no me agobie el volver a vivir en mi casa con mi padre, no por nada, simplemente porque llevo seis años viviendo sola sin que nadie me diga de donde vengo y a donde voy.

Pero nada de eso importa porque lo único importante es que POR FIN tengo un trabajo de verdad. Desde el día de la entrevista vivía en una continua incertidumbre y desde ayer vuelvo a respirar con tranquilidad. Quizás lo único malo de todo esto es que se me acabó mi época de viajera..¡Jelen vamos a tener que buscar otros planes! jeje. No, quizás lo peor de verdad va a ser la mudanza porque no me veo capacitada de ponerme a embalar cajas con 40 grados en mi salón!

En fin, todo sea por mi nuevo trabajo y mi nueva vida! Ahora solo falta que mi Glo apruebe sus oposiciones para que todo sea perfecto! Ánimo gorda, que verás que lo consigues!!!

Bueno hoy no tengo mucho tiempo porque tengo que aprovechar mis últimos días en Caja San Fernando!

Un beso

Felicidades mi Jelenlín

Felicidades mi Jelenlín

Hace cinco años más o menos por estas fechas, Ali nos presentó. Quizás en un primer momento no pensé que al cabo de los meses te convertirías en una persona indispensable en mi vida. Desde aquella mañana en la cafetería empezamos a compartir millones de momentos, coleccionando anécdotas, pensamientos y sueños. Nuestra amistad se ha ido forjando con el paso del tiempo, cada vez más sólida, cada vez más especial, hasta convertirse en una de las mejores amistades que tengo en mi vida.

Gorda, te prometí que el día que cumplieras 25 años te escribiría un homenaje en el Cafelito, bien, pues aquí lo tienes. Aunque después de la celebración de anoche, mi mente está un poco espesa, no podía dejar pasar el día de hoy sin darte el último de mis regalitos.

Para dedicarte un homenaje, debería empezar dándote las gracias, gracias por formar parte de mi vida, gracias por estar ahí siempre, por secarme las lágrimas y por hacerme reir millones de veces al cabo del día. También tendría que darte las gracias por tantas horas de estudio, de trabajos, de explicaciones, por la de veces que me has ayudado a superar barreras.
Gracias por tantos cafelitos, conversaciones, por tantas comidas, gracias por acudir antes incluso de que yo termine de marcar tu número de teléfono, gracias, gracias y gracias.

Espero que hoy seas muy muy feliz y que sigamos compartiendo cumpleaños juntas y celebraciones como la de anoche, lo que me pude reir en el botellón...si es que estás "sembraita", estabas sembraita hasta para hacerte amiga de pesadillas..jeje (sorry), eso nos pasa por quejarnos.

Bueno mi niña, sólo decirte que en este momento de nuestra vida, que no sabemos muy bien donde acabaremos sólo estoy segura de una cosa, de que siempre, pase el tiempo que pase o nos separen los kilómetros que nos separen, siempre estaremos juntas.
Que sepas que no estás SOLA, que hay mucha gente a tu alrededor y verte feliz es muy importante para todos ellos, por supuesto, también para mi.

Feliz 25 cumpleaños mi Jelenlín! Te shero mucho mucho.

El encuentro

El encuentro

Sin poder dejar de mirarse, los niños, ahora casi adultos, se abrazaron fuertemente. Él la separaba de vez en cuando, la miraba sonriendo y volvía a abrazarla de nuevo, repitiendo una y mil veces que no podía creer que fuera ella de verdad...

Los tres amigos subieron al edificio donde habían crecido y reído millones de veces, al salir del ascensor ella parecía que había salido de una máquina del tiempo, se paró frente a la puerta de la que había sido su casa cuando era muy niña y se vio de nuevo en el umbral, de pie, comiendo zanahoria cruda que su madre le pelaba con cariño. Su amigo la sacó de su sueño para introducirla en otro más bello todavía: el presente junto a él. La casa de su amigo seguía prácticamente igual y sus padres no pararon de hablarle, sonreírle y decirle que había crecido mucho. Se sentó en el sillón y empezó a ver fotos de su amigo, fotos de cada año que no lo había visto, admiró su crecimiento, su época de pubertad y su cara de ahora, sus facciones eran más serias, quizás más duras pero mantenía esa mirada de pillo de cuando era un niño. Entonces se vio a ella misma en la televisión, en la comunión de su amigo. Recordó los días previos a ese día, lo emocionada que estaba porque se iba a reunir con su mejor amigo después de dos años sin verse. Vio en la televisión a dos niños ilusionados, muy sonrientes y agarrados por los hombros, muy juntos, muy cómplices.

Ella y él se veían en la televisión y de vez en cuando se miraban el uno al otro, con complicidad, con la misma ilusión de aquel día, sólo que ahora no habían pasado dos años, sino nueve.

Ella y él se fueron rápido de la casa, necesitaban estar a solas, sin nadie que les interrumpiera, tenían mucho que contarse...Caminaron muy juntos hasta el parque, hablando y riendo sin parar, coqueteando con la mirada. Recordaban historias de su infancia, los días de colegio, quien enseñó a quién a atarse los cordones de los zapatos...así hasta que llegaron al parque y se sentaron en un banco.
Siguieron hablando hasta que anocheció, no se habían dado cuenta de lo rápido que había pasado la tarde, ninguno de ellos había prestado atención a otra cosa que no fuera el otro.
De repente él se quedó muy serio y la miró durante largo rato en silencio, ella rió y le dijo que había puesto cara de persona adulta...él no dijo nada, simplemente agarró su cara y la besó. Fue un beso largo, silencioso, un beso de niños que han dejado de serlo, un beso cargado de nueve años sin verse...Todo el amor que los había unido de niños explotó aquella tarde, envolviéndolos en una nube de deseo hasta que la luna los despertó.

Ella se despidió de él con tristeza y él volvió a abrazarla, diciéndole que a ver si no volvían a pasar nueve años hasta que volvieran a verse, ella le juró que no y con lágrimas, esta vez silenciosas se despidió de él, de nuevo desde un coche.

Han pasado ocho años desde aquel día. No se han vuelto a ver. Quizás es culpa de ella, él no tiene manera de localizarla, ella sí. Ella ha vuelto a su ciudad y ha pasado millones de veces por delante de su puerta y jamás ha sido capaz de buscarlo. No ha sido capaz de coger el teléfono y marcar su número, que aún sabe de memoria. Al pensar sólo en la posibilidad de hacerlo un nerviosismo recorre su cuerpo y por miedo, echa ese sentimiento de su cabeza y sigue con su vida.
Están a punto de cumplirse nueve años...

La carta (primera parte)

La carta (primera parte)

Se quedó largo rato mirando el buzón, ensimismada, embobada, absorta de lo que acababa de pasarle, era una carta de él. Al darle la vuelta al sobre tocó ligeramente las letras con sus dedos, estaba viendo su caligrafía, y había cambiado con el paso de los años. Ahora tenía letra de persona mayor, de adulto.

Esperó un rato antes de abrirla, sintiendo cada segundo de emoción y nerviosismo por el contenido de la carta, la miró fijamente un rato hasta que por fin, con manos temblorosas, la abrió.

La primera vez que la leyó lo hizo rápido, absorbiendo cada palabra, cada noticia que él le daba de cómo le iba la vida y no paró de sonreír. Él la recordaba todos los días. Se acordaba de la niña de pelo rubio y largo que vivía frente a su puerta, en el piso número once. La niña que jugaba a dar vueltas en el descansillo hasta que se apagaban las luces; la niña que compartía con él el pupitre en el colegio, la niña que le daba la mano por debajo de la mesa; la niña que compartió durante siete años sus juegos, sus sueños y sus primeros instantes de amor; la niña que un día se montó en un coche con lágrimas en los ojos rumbo a otra ciudad; la niña que no paró de saludarlo con la mano hasta que lo perdió de vista...Aún se acordaba de ella, todos los días cuando esperaba el ascensor se quedaba mirando la puerta de su casa y parece que la veía en el umbral, tan flaquita, con sus tirabuzones y sus ojos...

Ahora ella tenía su carta entre las manos y la leyó más de diez veces seguidas. Era de él, no podía creerlo...
Ella le contestó diciéndole que iría a verlo, a él y a su hermana. Durante todo el viaje a su ciudad natal no paró de temblar. Imaginó como estaría él ahora, creó su rostro en su cabeza, su cuerpo, sus ojos, creó muchas caras en su imaginación, iba a volver a ver a su amigo de la infancia, con el que tantas veces había soñado, al que tantas veces había imaginado!

Una vez en casa de su tía cogió el teléfono y marcó el número que tantas veces había marcado de niña, a escondidas de sus padres. Respiró aliviada cuando escuchó la voz de su amiga al otro lado de la línea, no estaba preparada aún para escuchar de nuevo la voz de él...

A las siete en punto de la tarde bajó del coche con la mirada de su tía transmitiéndole ánimo y cruzó la calle. Se quedó mirando el edificio donde había pasado los primeros años de su vida y seguía igual, con su color naranja ladrillo...miró al frente y vio a su amiga, corrió hacia ella y se abrazaron. Su corazón latía con fuerza y sus ojos tenían miedo de buscarlo a él...de repente una mano agarró su brazo y le dio la vuelta. Estaban uno frente al otro, nueve años después los dos niños se miraron, sonriendo con la mirada, muy quietos y con el corazón descolocado...

(Continuará...)

La entrevista

Ayer me puse mis mejores galas para asistir a mi primera entrevista de trabajo en toda regla. Puesto a desempeñar: redactora de "Marbella Social Life Magazine". A las 11 en punto de la mañana tomaba aire y me repetía a mi misma que valía para esto y que el puesto iba a ser mio. Tuve una entrevista acompañada, como no, de un café con hielo, quizás fue por eso por lo que las palabras salían de mi boca con fluidez, despegando todos mis encantos y demostrando las ganas tan terribles que tengo de empezar a trabajar de verdad y por supuesto de tener un trabajo REMUNERADO.

El trabajo que tendría que realizar me fascina, en primer lugar porque tendré que asistir a todos, absolutamente todos los eventos tanto sociales como deportivos de la Jet Set marbellí. Tendría que realizar una entrevista a un personaje de la vida social marbellí, un reportaje de decoración, una sección de "desayunamos con..." y cubrir todos los eventos. Un trabajo duro, sin duda, pero la mar de divertido. No tendría que hacer vida de oficina, puedo asistir directamente a los actos, redactar los textos tranquilamente en mi casa y mandarlos por mail. Facilidad de las nuevas tecnologías. En fin, que cuando acabó la entrevista sonreía para mis adentros porque el trabajo me vuelve loca y creo que le causé buena intención a mi entrevistador.
Desde ayer vivo envuelta en una nube de nerviosismo, alegría y sueños que parecen a punto de cumplirse. La espera me está matando y la incertidumbre me corroe, hasta dentro de tres días no sabré con seguridad si seré o no, a partir del 14 de julio, la nueva redactora de la revista de la vida social marbellí.

Os mantendré infomados y os pido que cruceis los deditos para que POR FAVOR me den este trabajo, porque sería vamos! el sueño de mi vida, o por lo menos, el comienzo del sueño...

(Por cierto, debo un post de mi fin de semana en Jerez, que ha sido estupendo!!!, tendréis que esparar a mañana porque no aguntaba, tenía que poner en mi cafelito mi emoción por mi entrevista)

A él

Aún recuerdo perfectamente el día que sentí que le quería por primera vez, cómo de repente y sin motivo se me aceleró el corazón y sentí un escalofrío recorriéndome la columna vertebral. Así sin más, aquella tarde empecé a quererle. Él no estaba allí, ni siquiera lo había visto en un tiempo y yo de repente empecé a sentir lo que nunca antes había sentido. Desde aquella tarde de feria no pude dejar de pensar en él, en sus ojos, en su forma de mirar, a veces tan despistada. Vivía para verlo, vivía para que llegara el viernes y lo tuviera cerca, sin que él tuviera ni idea de mis sentimientos. Él simplemente era mi amigo y me hablaba y miraba como si tal cosa, mientras que a mi se me caía el alma a los pies cuando lo veía aparecer.
Hasta el día que se enteró. Yo no podía mirarlo y él a mi me miraba de manera diferente pero jamás me dijo que lo sabía. Pasó el tiempo y mis sentimientos fueron creciendo, él decidió mantenerse al margen, ajeno a lo que todos decían y opinaban. Mientras todos hablaban de nosotros, nosotros nos mirábamos en silencio, tímidos, callando lo que sentíamos.
Un día él vino a buscarme, me llevó a ese lugar, nuestro lugar y simplemente me abrazó. Si cierro los ojos puedo sentir de nuevo ese primer abrazo, el primer beso que me dio, sus ojos tan cerca...recorriéndome. Desde aquella noche vivimos el uno por el otro, unidos en cuerpo y alma. La pareja perfecta. Jamás he abrazado a nadie como lo abrazaba a él, jamás he besado a nadie como lo besaba a él, jamás he necesitado a nadie tanto como a él. Me encantaba ir corriendo hasta él, un viernes cualquiera, y lanzarme a sus brazos. Ese instante, esa sensación junto a él aún recorre mi pensamiento de vez en cuando.
Pero fue pasando el tiempo y nuestro amor, tan puro y profundo fue convirtiéndose en enfermizo hasta que la distancia lo destruyó y lo apartó de nuestro camino, dejándome vacía para el resto de mis días.
Desde entonces como dice nuestra poesía, “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos...” y el tiempo nos ha cambiado, cada uno por su lado, fijándose en otras personas, buscando la felicidad en otros brazos, en otros ojos. No sólo somos diferentes sino que ya no hablamos ni compartimos nada, sólo un saludo con dos rápidos besos en la mejilla...Desde aquella noche en que decidimos abandonar lo que sentíamos en aquella playa nunca he vuelto a mirarlo directamente a los ojos, fijamente...porque aunque él haya cambiado sus ojos siguen siendo los mismos y yo tengo miedo de perderme en su mirada...

Pegada al ventilador

Pegada al ventilador

Dentro de unos años será imposible vivir en Sevilla, vamos, que la gente tendrá que emigrar de la ciudad al campo, como pasaba antiguamente. Porque es IMPOSIBLE aguantar en esta ciudad en esta época del año. Aún no estamos en verano y los termómetros ya marcan 40º a las 3 de la tarde. Las chanclas se te pegan a la acera y de repente ves que tienes músculo en el brazo derecho, de tanto abanicarte...

Si el año pasado yo contaba por aquí que necesitaba café con hielo a cada instante, ahora necesito granizado de café cada segundo...Vivir en un noveno piso sin aire acondicionado, siendo el último piso del edificio, es como vivir en una sartén. Menos mal que los padres de Cristina nos trajeron el año pasado un pingüino (aparato primo hermano del aire acondicionado) que está permanentemente conectado en el salón. Y claro, para que se mantenga frío hay que cerrar todas las puertas de la casa. Conclusión: mi cuarto puede pasar perfectamente por una sauna, es igual de pequeño y tiene los mismos grados, me falta decorar las paredes de madera. Así que desde hace unos días tenemos que liar una muy grande al acostarnos y al despertarnos: trasladar los colchones al salón, único lugar habitable de la casa, así que todas las noches nos tiramos las tres en el suelo, que parece que estamos refugiadas, a dormir al fresco. Ya podemos empezar a rezar porque sólo estamos en junio y ya vivimos prácticamente pegadas al ventilador.

A ciegas...

Sin sentimientos, sin cabeza amueblada. Andaba en un mar de dudas, de decisiones, a veces, de lamentos. Un día feliz, un día triste sin remedio, sin motivo, simplemente con el alma descontrolada. Sentía hambre, hambre y necesidad de algo que no era capaz de encontrar. Sin rumbo y sin destino, sin saber donde ir o a donde acudir. Sentía decepción y falta de sueño. Falta de carácter y de empeño, sin energías. Cada día nuevos motivos para sonreír y al día siguiente una nube sobre su cabeza. Ni ella misma sabe a donde va, ni si hace lo correcto o no. Mantenerse al filo, ese era su cometido, su objetivo y su por qué de la vida. Tiene muchas cosas por lo que sonreír y vivir feliz, tiene todo lo que puede desear pero aún así se siente vacía, inútil, incapaz de lograr sus propósitos por falta de oportunidades. Por más que anda por el pasillo de la vida, nada más que ve puertas cerradas, a cal y canto. Sin esperanzas, sin ayudas. Y auque intenta parecer feliz y sonreír, a veces no tiene ganas de hacerlo. Y sabe, que lo que siente no son problemas, que lo que tiene en la cabeza son simplemente obstáculos que tiene que ir superando en el día a día, y mientras lo hace intenta ir por el camino correcto, a tientas y la mayoría de las veces, totalmente a ciegas...

Fin de semana madrileño

Fin de semana madrileño

VIERNES: Llegamos a Madrid a las 17.20 horas. Allí nos esperaban Cris y Lola (la perra que marcaría nuestro viaje a Madrid). Llegamos a Villa a las 6 y entramos en la Universidad Europea de Madrid a las 6.05, al entrar en ella nos entró una mezcla extraña entre melancolía porque ya no formábamos parte de ella y alegría porque al fin lo habíamos conseguido, diez minutos después teníamos el famoso...”Juan Carlos I Rey de España y en su nombre El Rector de la Universidad Europea de Madrid considerando que, conforme a las disposiciones y circunstancias prevenidas por la legislación vigente RUT DOMÍNGUEZ DE VALDIVIA nacida el día 12 de diciembre de 1980 en Sevilla, de nacionalidad española, ha superado los estudios universitarios organizados por la Facultad de Comunicación y Humanidades, conforme a un plan de estudios homologado por el Consejo de Universidades, expide el presente título universitario oficial de LICENCIADA EN PERIODISMO con validez en todo el territorio nacional, que faculta a la interesada para disfrutar los derechos que a este título otorgan disposiciones vigentes.....” En fin, que no se yo para que me servirá en el futuro.
Después de la emoción del título, el paseo por la Uni, etc etc, empezamos a preparar la sorpresa para Blas. Fue un cumpleaños a lo grande, mucha comida, mucha sangría con mucha canela.. y mucho Ron.
Me reencontré con mi Mery, mi Oliden!!!! Después pusimos rumbo al Casablanca, ahora El Doblón, única discoteca del pueblo y todas, las CUATRO perdimos un poco el juicio...bailamos como locas y también hicimos amigos..jejejej. Acabamos de día y a las 7 de la mañana.

SÁBADO: operación fallida a la Warner, no había cuerpo para montañas rusas. Conclusión, comida en la Sociedad, esa tortilla...después película patética y siesta demasiado larga, con Lola acurrucada a mi espalda...NOCHE: cena en el Séptimo, comida imaginativa para el cuerpo “donde no hay gordura no hay hermosura” y copita en la Ananda, esa terraza al lado de Atocha!!!!! Increíblemente cómodas esa camas gigantes...

DOMINGO: Elena y Rut pelean con Lola, (Cris los perros no pueden dormir con las personas..blablabla..martirizamos a la pobre Cris que ama a su lola...) Cuando Cris se fue a cubrir el gran evento (todos por un Madrid 2012), Jelen y yo echamos a Lola que no paró de llorar hasta que le abrimos la puerta, aunque su alegría duró poco, hasta que chupeteó el Philadelfia y yo le eché la bronca y se escondió en el baño (ya no me quiere...). La cosa fue de animales y el domingo tuvimos un entierro “Pipi, no somos nada...Fdo. yo misma” y “menos mal que se ha muerto hoy, con vosotras aquí...Fdo. Cris (dueña de Pipi la ardilla). A Pipi me la encontré muy quieta, demasiado quieta en su jaula, intenté reanimarla pero fue imposible, desde el Cafelito: PIPI DESCANSA EN PAZ.

17.45: Despedida de Cris.
18.00: Rut y Jelen tiradas en algún sillón de Atocha, con una boliviana haciéndonos preguntas incoherentes.
19.00: AVE destino Sevilla Sta. Justa. Rut y Elena mueren en el AVE.
21.30: Llegamos a Sevilla, más bien al horno. 40 grados a esa hora. Horror.

Fin de la historia, un fin de semana genial junto a personas geniales, con esas amigas que nunca se irán. Gracias chicas, otra vez, por un finde estupendo!!!

Sin título...

Sin título...

Se dio la vuelta y apartó su cara, para que él no viera sus ojos, para que él no viera su rostro. Dándole la espalda notaba la mirada de él clavada en su espalda, pero ella no quería volverse, simplemente no era capaz de hacerlo.

En ese instante algo dentro de ella se había roto, se había marchitado a marchas forzadas, desvaneciendo cada alegría que había dentro de ella, sumiéndola en una gran tristeza, en un sentimiento hasta ahora desconocido para ella.

En décimas de segundo había dejado de importarle, como si su rostro, su cara y su cuerpo estuvieran hechos de un material invisible. Ya no quería volver a ver su cara, el desengaño y la decepción habían anulado todos los buenos momentos de su cabeza y en ese instante, con él observándola por la espalda sintió deseos de desaparecer, de hacerlo desaparecer al él, no de detrás suyo sino de todos los rincones de su piel, de su cabeza, de su corazón y de su vida...pero eso iba a ser difícil.

Muy despacio fue capaz de darse la vuelta, con la vista en el suelo, e hizo lo imposible por no desvanecerse cuando lo miró de nuevo, una última vez, y se sorprendió, porque ahora era él el que ocultaba su rostro, aquello no tenía sentido...

Cumpleaños del Cafelito

Cumpleaños del Cafelito

Hoy El Cafelito cumple un año. Parece mentira que ya lleve un año destinando pensamientos, locuras e inspiraciones en este rincón que ya se ha convertido en algo imprescindible en mi vida. Aún recuerdo ese primer "Café con hielo"que fue el primer post que colgué y desde entonces han sido mucho cafelitos: calientes, fríos, con hielo, compartidos, cafelitos solitarios, cafelitos felices, cafelitos tristes, cafelitos de amor, de lágrimas...cientos de ellos! Y hoy estoy orgullosa de él, de este rincón que desde hace un año forma parte de mi vida y me ha ayudado a desahogarme en muchas situaciones. A todos los que leéis el Cafelito, muchas gracias. Gracias a todos los que comentáis día a día y me transmitís opiniones, consejos, e incluso me hacéis reír con vuestras palabras; y gracias también a todos los que lo leéis de manera silenciosa y callada. Gracias porque gracias a ustedes el cafelito cumple un añito.

Bueno basta de sentimentalismos que parezco una cantante en una entrevista haciéndole la pelota a sus fans...Sólo quería felicitar a mi “cafele” dedicándole el post del día.
Cambiando de tema, mañana pongo rumbo a la capital de España, más concretamente, vuelvo al pueblo que me vio crecer como periodista...jeje, Villaviciosa de Odón. Vuelvo a la Universidad después de dos años para recoger mi Ansiado Título, ese trozo de papel con el que tantas veces soñamos aquellos jueves negros, aquellas noches intensas de estudio, aquellas tardes de trabajos en grupo, de cámaras al hombro. Ese título con el que tantas veces soñamos durante las 4 horas de radio especializada, en aquel zulo escuchando a Juanjo hablar sin parar; con el que tantas veces soñamos en las clases de Derecho de la Información, cuando nos teníamos que estudiar esos “tochos” a los que no estábamos acostumbrados; ese título que imaginábamos durante las clases de Sara, con sus agobiantes clases de historia del periodismo...En definitiva, ese trozo de papel que tantas veces he imaginado en mi cabeza, estará en mis manos mañana. Ayy, ahora me pregunto sin en realidad sirve de algo. Sí, ya sé que tiene que servir pero es que la búsqueda de trabajo es muy dura...

Ya os contaré como va el fin de semana, sólo os adelanto que las tres protagonistas del Fin de Semana Turco vuelven a reunirse...no os digo nada!!!

Llegando a una conclusión

Llegando a una conclusión

Hacer el mismo camino todos los días puede llegar a convertirse en rutina. Todas las mañanas la misma calle y los mismos rostros que se cruzan contigo con cara de soñolientos. Cada mañana y cada tarde ando por la calle sin prestar mucha atención a lo que me rodea. Antes cuando venía a Sevilla, mi ciudad natal, de visita, me quedaba embobada viendo la catedral, cruzando el puente, viendo la torre del oro ligeramente reflejada en el Guadalquivir..disfrutaba de cada paseo, de cada rincón. Y ahora paso todos los días por delante de esos encantos y ni siquiera les dedico una rápida mirada. Más que nada porque si me detengo en el puente de San Telmo a las 8.45 a.m corro el peligro de morir atropellada por los peatones que cada mañana cruzan de una orilla a otra del Guadalquivir como alma que lleva el diablo.

Pero hoy he salido con tiempo de casa, y he andado despacio, me he detenido en el puente de San Telmo y he mirado a mi alrededor...cosa que no puedo hacer a las 2 de la tarde cuando salgo porque entonces a parte de morir atropellada puedo morir asfixiada. Al pararme esta mañana he visto mi ciudad de otra manera, he vislumbrado mi camino al trabajo desde otra perspectiva...A la torre del oro ya le han quitado los carteles que la cubrían a causa de su reconstrucción y ahora parece que brilla; el puente de Triana a lo lejos...los comerciantes de la calle Betis, sacando las mesas a fuera, colocándolas cerquita del río..Luego he continuado mi camino y he vuelto a verlo a él. Cada mañana tengo que esquivarlo porque cada día coloca su cartón en medio de la calle, hoy tenía cara de dormido, el pelo revuelto y la mirada perdida. Pero hoy me ha impactado más que nunca observarlo, no porque se quitara la camiseta y dejara al descubierto su esquelético cuerpo sino porque esta mañana mis ojos no veían lo mismo de siempre. Sí, esta mañana he estado yo muy observadora, y he llegado a una conclusión clara, la de veces y veces que andamos despistados y no vemos lo que tenemos a nuestro alrededor. En muchísimas ocasiones hemos podido tener la felicidad delante de nuestras narices y no hemos sido capaces de verla por nuestro egocentrismo. Hoy me he dado cuenta de que mi camino al trabajo no es rutina, es belleza; y al ver al hombre tirado en la calle me he dado cuenta de que lo que yo considero problemas son auténticas tonterías..Entonces he llegado al trabajo como la que lleva ya tres horas despierta, llena de vitalidad y buen humor, así que mañana repito.

Nunca imaginé...

Nunca imaginé que algún día al mirarte, no sentiría ganas de abrazarte.
Nunca imaginé que alguna vez vería tu cuerpo, y no me entrarían ganas de abrazarte.
Nunca imaginé que algún día vería tus manos mientras hablas y no sentiría deseos de cogerlas.
Nunca maginé que algún día no sentiría la necesidad de hablar contigo, aunque sólo fueran unos segundos.
Nunca imaginé que algún día pudiera mirar tus labios mientras hablas y no sentiría la necesidad irrefrenable de besarlos.
Nunca imaginé que el verte no me provocaría una sonrisa.
Nunca imaginé que algún día mi corazón no se sobresaltaría al verte sonreir.
Nunca imaginé que algún día de mi vida, yo no tendría ganas de verte.
Nunca imaginé mi vida sin tu presencia, sin tu abrazo, sin tu voz amiga, sin tus labios.

Nunca imaginé que algún día yo dejaría de amarte...

Descubriendo lo desconocido (II)

Descubriendo lo desconocido (II)

Yo me quedé paralizada por la emoción y un miedo atroz empezó a recorrerme la columna vertebral. Sentía miedo de que tú fueras a escuchar los latidos de mi desbocado corazón.

-mmm, sí, tienen muy buena pinta...

Fue lo único que fui capaz de decir. Tú seguías mirándome fijamente y yo desvié mi mirada, era la primera vez que veía el color de tus ojos. Tenían un color azul profundo, el color del mar cuando está revulelto en un fría tarde de invierno.
Giré mi cabeza para que no notaras nerviosismo en mi mirada, entonces volviste a hablar:

- Perdona, ¿nos conocemos de algo?, tengo la impresión de haberte visto antes.
- No, seguro que no. Hasta luego.

Aún ruborizada solté la cereza y empecé a andar calle abajo, rápido y sin detenerme. Cuando atravesé mi portal empecé a respirar de nuevo, cada vez mejor, hasta recuperarme del todo. Estuve todo el día con sus ojos en mi pensamiento, con su mirada penetrante, descubriéndome...Esa noche no fui capaz de ir hasta su ventana.

Al día siguiente al llegar del trabajo me quedé paralizada al ver sobresalir de mi buzón algo naranja. Era mi abanico, debajo de él había un sobre. Recogí todo rápidamente y subí a mi casa. Una vez dentro abrí el sobre y esto fue lo que encontré:

-“ Esta noche no has venido, he estado mirando de reojo hacia la ventana toda la noche, a veces a través de las cortinas para que tú no notaras que yo también te observo. Supongo que jamás imaginaste que yo te encontré primero. Nunca supiste que te miraba desde el autobús. Cada mañana te veía pasar por la misma calle, nunca cambiabas de acera. Te observaba cada día de manera desesperada, me repetí mil nombres en mi cabeza, para ver cual era el que mejor te iba. Aún no he encontrado ninguno.
Un día te seguí hasta el trabajo, iba muy distanciado por eso no notaste mi presencia. Descubrí tu nombre y donde vivías y fijaté lo que son las coincidencias de la vida. Vivías en frente mía y jamás te había visto. Tu ibas andando cada día y yo en autobús. Desde entonces he vivido inmerso en una ilusión. Siempre habías sido como un sueño, hasta el día que te vi observándome...desde entonces he vivido escondido, aterrorizado porque no me vieras mirarte, aterrorizado de mis sentimientos. Hasta que ayer te vi en la frutería y me dije que era el momento, me hice el valiente y te hablé. Después saliste corriendo y yo pude notar que temblabas, entonces pensé que tu sientes lo mismo que yo y sólo fui capaz de escribir esta carta que ahora tienes en tus manos. Detrás pone mi dirección, por si tú también te haces la valiente...Hasta pronto, un desconocido..."

Terminé de leer la carta y me quedé inmóvil, sin saber por qué empecé a llorar desesperadamente, pidiéndole a Dios que no fuera un sueño. Me limpié las lágrimas y me armé de valor. Salí a la calle corriendo y crucé hasta la otra acera, aún con la carta en la mano. Subí hasta el tercer piso y toqué al timbre. No fui consciente de lo que hacía hasta que te ví al otro lado, embobado, muy quieto. Ahora eras tú el que temblaba.

- Me llamo Ana...

Descubriendo lo desconocido (I)

Descubriendo lo desconocido (I)

Todas las noches me acercaba silenciosa a tu ventana, para ver si te veía a través del cristal, con tu pelo moreno y tu mirada distraída. Tú desconocías del todo mi existencia y yo no sabía ni tu nombre, ni a que te dedicabas, ni siquiera si tenías esposa e hijos.

La primera vez que te vi, yo había sacado mi cabeza por la ventana para tomar aire, a ver pasar a los desconocidos, a veces me pongo a recrear sus vidas y creo historias imaginarias en mi cabeza. Aquel medio día tú saliste de un portal con un casco en la mano, llevabas un jersey azul claro y un pantalón vaquero. Tu tez era morena y tu pelo largo, negro y revuelto. Al verte no pude crear ninguna historia en mi cabeza, me quedé completamente quieta, con mi mirada fija en cada uno de tus movimientos. Te montaste en la moto y te alejaste. Yo te observé hasta que mi mirada ya no pudo seguirte.

Desde entonces todos los días a la misma hora me sentaba delante de la ventana y te esperaba. Sabía a la hora que llegabas y a la hora que te ibas. Tú no sabías nada absolutamente de mi. Muchas veces cuando te observaba te miraba fijamente, deseando que tú levantaras la vista y me miraras, aunque sólo fuera por una décima de segundo.

El otro día descubrí donde vivías, y cada noche voy a tu ventana, para ver tan solo un ligero reflejo de tu persona. Te veo moverte a través de las cortinas, veo como ves la televisión...ahora que hace calor abres las ventanas y puedo verte perfectamente con la luz de las farolas.

Creo que me estoy obsesionando contigo, un total desconocido para mi. Si algún día supieras que yo te observo...cada día, desde el mismo lugar, soñando contigo, contando las horas para salir al balcón, deseando que se haga de noche para verte al trasluz...

Y tú sin saber que yo te grito desesperadamente que simplemente me devuelvas la mirada.

Ayer yo iba caminando por la misma calle de siempre, volvía del trabajo. Eran las dos de la tarde más o menos, hacía calor, mucho calor y yo llevaba un abanico de color naranja. Me paré un segundo en la parte trasera de la frutería de Manolo, vi que habían traído cerezas, mi fruta favorita.

El abanico me tapaba la visión cuando noté una presencia, alguien se paró a mi lado. Sin saber quien era, yo empecé a abanicarme con más fuerza, empecé a tener mucho calor.

De repente una voz ronca y dulce me sobresaltó:

-¿Tienen buena pinta las cerezas verdad?

Aparté el abanico y me quedé sin habla. Mi corazón se detuvo y mi rostro se ruborizó, haciendo que el abanico cayera al suelo ruidosamente. Eras tú, mi desconocido, mi amor soñado...que me mirabas fijamente, directamente a los ojos. Tenías una cereza en la mano y me estabas sonriendo.

Ahora si: fin de semana "turco"

Ahora si: fin de semana "turco"

El fin de semana “turco”, es una historia de tres, y por ello, cada una de nosotras, las que hemos vivido este intenso fin de semana vamos a dar nuestra visión por separado:

Rut: en realidad no se puede resumir en pocas líneas lo que este fin de semana ha sido para mi. En primer lugar volví a descubrir a mis verdaderas amigas y descubrí una vez más por qué son las mejores. Desde que Cris llegó de Madrid a Sevilla hemos compartido comidas, paseos por Sevilla, un viaje lleno de anécdotas y un fin de semana al estilo “turco”. Desde que llegamos a Marbella todo fue diversión. La lectura de la agenda de 4ª de carrera en el jardín, lo que nos reímos con lo de “perro come a perro”, el jacuzzi y la hora y media metidas en el baño turco (el primero del finde), luego ese Josh en Obsesión. Sábado = Playa. Todo el día en Mistral, disfrutando mucho más del día de sol, sin para de reír, con ese cafelito con hielo...Visita en Curro por Banús y Marbella y otra vez Turco. Turco= a dedos arrugados. Después vino la cena en Picasso, con la sangría que nos hizo perder los papeles e hizo que nos doliera la mandíbula. La canción de tortura a todo volumen, aún palpitando en nuestros oídos. Los bailes en todos los bares en los que estuvimos...El domingo fue un punto y a parte, mezcla de melancolía y alegría por lo vivido, con peleas en la cama con mis niños chicos. El domingo fue la despedida del baño turco, fue un viaje sin parar de hablar y terminó con una cena al estilo más árabe. Un fin de semana que recordaré toda mi vida, un fin de semana junto a ellas, un fin de semana de locura con “tortura”de fondo.

Elena: La foto que ilustra este artículo lo dice todo..FELICIDAD, con mayúsculas... leí una vez que el ser humano tiene muy pocas horas de felicidad plena a lo largo de toda su vida, pues bien, yo creo que he cubierto mi cupo este fin de semana. La formula ha sido bien sencilla...mezclamos a tres amigas con ganas de pasarlo bien, un paraíso terrenal ( la casa de Ruki...uff), un mucho de sol, una pizca de picardía (ay esa sangria que nos suelta la lengua) y lo agitamos bien con una buena banda sonora (“..yo se que no he sido un santo pero lo puedo arreglar amooor..”)y... voilá! No lo olvidaré nunca.
A todo esto... hemos vuelto a Sevilla relajadas...morenitas...en fin, no se que mas se le pueden pedir a dos días. Gracias a mis niñas por enseñarme a ver las cosas de otra manera, por mostrarme un cielo mas azul...os quiero!

Cris: Cuando me monté en el AVE en ningún momento pensé que volvería contando lo bonita que es la Torre del Oro, que lo es... Ya sabía que me disponía a pasar los días más felices de los últimos meses. La visita, sin duda, ha superado mis expectativas y creo que también las de esas dos mujeres que me han acogido, porque ya hemos crecido y aunque no tengamos trabajo nos hemos convertido en personas adultas... ¡Qué bonito haberlo hecho juntas!
Rut y Elena ya han relatado nuestras aventuras en esas casi 150 horas maravillosas... Maravillosas, pero me queda una duda... ¿Cómo siendo tan monas y taaaaan simpáticas no se nos acercó ni el más feito de Banús? La pasión, eso es lo que queda pendiente, porque el turco, lo tenemos. Gracias chicas y hasta pronto.